Hanal Pixan Acanceh

El Hanal Pixan o comida de las ánimas, es una de las tradiciones más arraigadas que tenemos como pueblo yucateco, éste es un evento para recordar a los fieles difuntos, aquellas personas que se nos adelantaron y es la única forma de que estén de nuevo entre nosotros, dice la tradición: Las personas que mueren no se van definitivamente, su alma sigue presente, principalmente en los días de muertos, en que regresan a sus casas para "saborear" los platillos que sus familiares les han preparado. Los fieles difuntos arriban a su cita anual con familiares y amigos, para ser honrados después de haber recorrido el camino que una vez se los llevó, pero que ahora los conduce al "Hanal Pixán".


En Acanceh adicionalmente a eso, rescatamos tradiciones y se acostumbra a realizar el paseo de las ánimas, en donde se les invita a todos a que ese día se conviertan en "Catrinas" para poder empezar el desfile que parte desde el cementerio hasta la explanada principal. 
Las catrinas, usan la vestimenta típica de la región, el tradicional huipil y/o terno en el caso de las niñas y en los varones, pantalón y camisa blanca.


ALIMENTOS
Pib: Asado o cocido bajo la tierra. También se le llama así a una especie de tamal grande cocido bajo la tierra, que también se denomina pibipollo o mucbipollo, pero estos dos últimos términos tienen la palabra española pollo.

Chachac wajes: Especie de tamal colorado. Su nombre significa pan muy rojo, debido al achiote con que se prepara.

Chilmole: Guisado hecho con chile quemado, carne, tomate y otras legumbres. El término es de origen náhuatl, ya que chil es chile y mole es salsa, caldo o guiso.

Salbut: Tortilla a la que se le pone debajo del ollejo carne y luego se fríe para comer. El nombre está formado por Sal: ligero, y But: embutir, es decir, ligeramente embutido.

Chacbi nal: Elote cocido en agua. Chacbil es cocer o cocido y Nal significa elote.

Pibi nal: Elote cocido bajo la tierra.

Xek: Mezcla comestible hecha con naranja, mandarina, jícama y otras frutas, así como chile molido o alguna cosa más.

Chay wah: Tamal hecho con chaya picada.

Pin: Tortilla gruesa, ya que PIN quiere decir grueso.

Buli wah: Tortilla hecha con frijol nuevo o espelón, que se cuece a baño maría o en el horno.

Is wah: Tortilla de maíz nuevo, dulce o salado y tostado.

En las comunidades rurales, el altar familiar para el 31 de octubre, dedicado a los niños difuntos, se ilumina con velas de color rosa, amarillo, verde y azul; se adorna con flores blancas, moradas, de “amor seco” o nubes. Se les ofrenda alimentos poco condimentados y no picosos. Entre las ofrendas tenemos espelón tierno sancochado, caldillo de espelón, lomitos y chachakwaj; tamales, escabeche o sak k’ool de gallina, chalupas y chanchamitos, atole nuevo, chocolate y refrescos embotellados.

Los medios masivos de comunicación han querido oficializar el 1 de noviembre (día de los Difuntos Grandes) como el único día para comer píib (mucbipollos, pibes), cuando en realidad cada familia y cada región de nuestro estado tiene una manera particular de hacer sus ofrendas en este día. Para esta fecha, es común ofrendas en las comunidades rurales relleno negro de pavo, mechado o puchero de gallina, dzanchaak de gallina, tamales colados o torteados, chachakwaj, píib de gallina, píib de espelon, vaporcitos de espelón y to’obil jolo’och, atole nuevo, chocolate, refrescos embotellados y agua ardiente. Se ofrendas los guisos preferidos de los difuntos, o los que permiten las posibilidades econímicas de la familia.

Según la creencia popular, la familia cuyo familiar murió recientemente o no se ha cumplido el año de su fallecimiento, no debe de poner píib para ofrendar en el altar de la casa, porque al cocerlo en la tierra es como si se estuviera cociendo el pixan (para el pueblo maya significa envoltura, funda, materia: cuerpo. Alma, espíritu para la religión católica) de su ser querido enterrado. Aun esta pagando sus pecados en el purgatorio y todavía no viene a “visitar” a sus familiares: eso lo hace hasta cumplir dos años de su muerte.

Para el 7 de noviembre, conocido como ochovario o biix, se ofrenda en el altar de niños p’ich de espelón, píib de espelón, escabeche, tamales, gallina asada, atole nuevo, chocolate, pan y refrescos embotellados. El 8 de noviembre dedicado a los difuntos grandes, se ofrenda chachakwaj, p’ich de espelón, píib de gallina, así como relleno negro y blanco, atole nuevo, chocolate, pan y refrescos embotellados. También se ofrenda dulce de calabaza, camote, yuca, chinas, mandarinas y otras frutas.

Para el 30 de noviembre, día del retorno de los difuntos al lugar donde moran, luego de una estancia de un mes “conviviendo” con sus familiares, se les ofrenda como despedida tamales, chachakwaj, tamal de makulán o píib de gallina, atole nuevo, chocolate y pan. Se procura ofrendarles en esta fecha alimentos secos, no caldosos, para que si los quieren llevar se les haga más fácil. Se cree que los difuntos disfrutande todas las ofrendas: aprovechan la esencia, el calor y la energía de estas. El bagazo (lo material) de los alimentos se comparte con familiares y amigos.


Fuente: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Fiestas Patronales y Gastronomía de la cultura maya yucateca. Patrimonio Cultural. Instituto de Cultura de Yucatán. 2007. Edición única.